Noticias
El candidato por el PSUV José Ramón Rivero asegura que el escenario que se vislumbrará este próximo 26 de septiembre será la validación y profundización, -una vez más- del proyecto revolucionario de presidente Hugo Chávez Tras una trayectoria en la política con más de 15 años, que inició como dirigente sindical del sector aluminio, para recorrer el camino a la Asamblea Nacional cuando quedó electo como diputado en el 2005, pasar a ser jefe de campaña del Comando Miranda, y luego al Ministerio del Trabajo, José Ramón Rivero es nuevamente escogido como candidato del PSUV- voto lista por estado Bolívar y asegura que el próximo 26 de septiembre se decidirá alrededor de dos proyectos de país, donde el triunfo del presidente Chávez, a través de la consulta universal, directa y secreta quedará demostrado como la opción revolucionaria que continuará conduciendo las riendas de Venezuela.
Para el secretario de Política de la Gobernación de Bolívar la mayoría de la población venezolana a optado por validar el proyecto revolucionario, tanto cualitativa como cuantitativamente, todas las acciones han estado dirigidas a profundizar este proceso “y estamos seguros de que ganaremos las dos terceras partes de la Asamblea Nacional”. Rivero señala que indudablemente los últimos 11 años el venezolano ha mejorado su calidad de vida, detallando que hasta el momento nuestro país ha alcanzado objetivos importantes como alta escolaridad inclusión, disminución de la pobreza, alimentación y mejor expectativa de vida.
Otro de los puntos destacados por el candidato psuvista es que en los últimos dos años este proceso ha demostrado que en medio del debacle económico mundial, muchos países desarrollados han generado “inconmensurables desempleados que fueron lanzados a la calle, y se quedaron sin viviendas”, mientras que el presidente Hugo Chávez ha mantenido su política de mejorar las condiciones sociales de los venezolanos “por lo que la gente percibe que del lado del gobierno existe la capacidad para dar la cara y enfrentar los problemas”.
Entretanto menciona que si se hace una disección en la oposición es evidente, en primer lugar que no hay un discurso coherente, y seguidamente tienen bases sentadas en una “torre-babélica” con planteamientos y proyectos inconexos, exclusivamente individuales o de “crepúsculos”.
Esto se aprecia en la gran cantidad de candidatos, -más de 200 sólo en el estado Bolívar- que se disputarán para llegar a la AN, evidenciando la gran dispersión que existe en sus propias bases. Rivero afirma que por el lado de la revolución “vamos monolíticamente conformados en una única opción para candidaturas por listas, nominales, al Parlamento latinoamericano, indígena sin diferencias ni distorsión, con un liderazgo nacional encarnado en el presidente Chávez que nuclea en términos generales, las aspiraciones del pueblo venezolano”.
Asimismo asegura en Bolívar ese liderazgo está representado por Francisco Rangel Gómez quien en materia de planificación y organización, están preparados para dar la batalla el próximo 26 de septiembre. “Aquí podemos decir que gobernamos con moral, los candidatos tenemos integridad para presentarnos ante el pueblo con propuestas políticas y programáticas”.
Rivero especifica que en Venezuela se han desarrollado obras nacionales, estadales y municipales de la mano de los gobernantes revolucionarios, precisando la necesidad de hacer un ejercicio sobrehumano para recordar alguna obra emblemática trascendental por parte de los candidatos de oposición.
“Del lado del gobierno pasarán muchos lustros antes que pueda difuminarse en la memoria colectiva obras en el estado Bolívar como el CTE Cachamay, segundo y tercer puente sobre el río Orinoco, construcción de la presa hidroeléctrica Caruachi y Tocoma, la universalización en el suministro del agua potable, el proceso de alfabetización, aumento exponencial de la escolaridad, entre otras que demuestran las políticas públicas tangibles y verificables que llenan de concreción el discurso revolucionario en contraposición a la retórica inconexa de los factores de la oposición” afirmó.
PSUV en marcha
La consulta al pueblo es un ejercicio democrático, tal como lo define Rivero, que de manera permanente llegó con la revolución para quedarse. Las elecciones, según su criterio no son accidentales en la historia venezolana, pues ya pasan a ser parte de la cotidianidad.
A este respecto el candidato por lista destaca que el PSUV ha consolidado su aparato político electoral no como una mera maquinaria electoral sino más bien una organización “movimiental y comunitaria” para el aseguramiento del proceso revolucionario en cualquier circunstancia y por ende para garantizar su triunfo en procesos electorales. La estructura del Comando de Campaña Bolívar 200, desde el punto de vista nacional es de casi 2 millones de activistas.
Esta modalidad para el venidero proceso electoral ha sido producto de experiencias anteriores de las cuales se han tomado las mejores potencialidades de los diferentes comandos y se agrega a este último, la herramienta informática que se dispondrá para el manejo de las bases de datos de la población que “bordea los 2 millones de activistas”. Además se utilizará el cuaderno de patrulleros que se orientará al convencimiento del voto, “no meramente utilitario o pragmático ya que nuestros patrulleros van a debatir y discutir políticamente con todos los electores para que la votación sea consciente” sentenció.
Propuestas consolidadas
De las ofertas emblemáticas que tienen como bandera los candidatos del PSUV, y del cual José Ramón Rivero destaca, se centran en la profundización, desarrollo y extensión del Poder Popular para que las comunidades tengan cada vez más toma de decisiones y puedan atender sus problemáticas y mejorar sus condiciones sociales. “Es un ejercicio tanto cualitativo como cuantitativo de empoderamiento del Poder Popular que va en perfecta relación con la propuesta de que la próxima Asamblea Nacional trascenderá y evolucionará a lo que se ha denominado Parlamentarismo de Calle en el cual el pueblo es el legislador. De esta forma asegura el candidato, que las leyes y los instrumentos que se aprueben tendrán el reflejo directo del debate legislativo que continuamente se viene desarrollando en las comunidades.