Más temprano de lo pautado, llega a la cita; pasa, se sienta, se acomoda. Empieza la entrevista y de inmediato se interrumpe, no por su voluntad. Llamadas van, mensajes de texto vienen. En pocos minutos el ex diputado a la Asamblea Nacional (AN) debía partir para Guárico a velar a un compañero de militancia, Willian Lara.

Es la segunda vez que se postula para ocupar un curul en la AN. La vez anterior obtuvo 29 mil 382 votos y quedó electo para el período 2005-2010 como legislador por el circuito 2 (municipio Caroní), cargo que ejerció hasta 2007, cuando asume el ministerio del Trabajo y Seguridad Social (2007-2009). Ahora, por designación de Chávez, José Ramón Rivero vuelve a estar en lo que denominó “parte de la cotidianidad democrática del país”, la campaña electoral.

– ¿Cuál es el objetivo de Chávez al designarlo como candidato?
– Hay una política del Gobierno nacional de reivindicación con los trabajadores y es por eso que se decidió garantizar que en la AN haya representación de todos los sectores. Y este esfuerzo en el partido (PSUV) nos garantiza que habrá una representación de todos los sectores sociales.

– Mencionaba “reivindicación” laboral: ¿de dónde viene? ¿Con quién hay esa deuda?
– No. Me refiero a la reivindicación histórica de los trabajadores. Hay un esfuerzo permanente de reivindicar a los trabajadores; eso se ve en el aumento del salario mínimo, el aumento de las pensiones, empleo, los reposos postnatales (para mujeres como para hombres). Históricamente en la década pasada del último siglo, sí venimos de situaciones muy terribles, de condiciones precarias, de disminuciones de beneficios.

– Casos cercanos: ganancias líquidas, pasivos laborales, elecciones sindicales… más que “permanente” es un arduo trabajo lo que tienen por delante…
– El estado Bolívar tiene una tradición de lucha. Al margen de esa lucha continua, hay una posición política de los trabajadores que se expresa con el apoyo al proyecto revolucionario. Ayer (viernes) hubo una caravana del sector aluminio. Discutir sus reivindicaciones es una cosa y el tema de política es otra. El hecho de que estén peleando por sus líquidas no significa que haya incumplimiento del presidente Chávez, aun cuando algunos hayan querido verlo así. Los hechos demuestran que no es así.

Nosotros, nuestros dirigentes chavistas dirigen la mayoría de los sindicatos de la zona, tienen una presencia muy marcada en la zona, conducen políticamente esos movimientos.

Amor con hambre…

– Una cosa es la percepción de la política y otra de los trabajadores. Ellos sí que plantean abierta y frontalmente: “Esto es un proceso político y si ellos (candidatos oficialistas) quieren nuestros votos tendrán que ceder”…
– Presionar a los que están administrando las empresas es hasta lícito. Pudiera uno cuestionarlo o no. Hemos estado en el portón de Sidor y las manifestaciones de adhesión fueron mayoritarias. Al final de cuentas lo que está en juego el 26 de septiembre no es la reivindicación de un sector particular, es la conducción política de este país.

Una cosa es la lucha puntual por la reivindicación y otra el tema estratégico que vivimos en el país. En definitiva los trabajadores saben que cualquier cosa pendiente con Chávez, con la revolución tienen la posibilidad cierta de mejorar sus condiciones de vida.

Hoy (candidatos de oposición) son oferta electoral, en los 90 fueron los responsables de despidos masivos en el mismo Sidor dirigido políticamente por Andrés Velásquez y luego cuando vino la privatización… frente a eso los trabajadores no tienen dudas. Estarán pendientes muchos temas, pero no olvidan eso que sucedió hace 20 ó 10 años.

– ¿Qué garantías tienen los trabajadores y el Gobierno de que el apoyo es sincero y que los dos sectores van a salir ganando?
– La garantía la tienen en estos 10 años en que han mejorado las condiciones de los trabajadores. Cualquier país que hubiese estado sometido en los últimos 10 años a la disminución de los precios de materias primas y crisis eléctrica, lo primero que hubiesen hecho sería despedir a los trabajadores.

– ¿De dónde sacarán los recursos para pagarles dado que las empresas muestran un deterioro financiero bastante pronunciado?
– El deterioro no es tanto como el que hubo en la década de los años 90. En aquella época la situación era más roja desde el punto de vista financiero, muy delicada, más comprometida de lo que puede estar ahora. Digo esto porque a pesar de que la situación financiera fue más difícil entonces, las empresas lograron sobrevivir. Si sobrevivieron a aquella época y nos salvamos de la privatización, que era la panacea, nosotros estamos seguros de que saldremos para adelante.

Del pasado al presente

– ¿Qué puede aportar su experiencia como ministro de Trabajo?
– Nosotros recuperamos de la banca 500 mil millones de bolívares antiguos del sistema de pensiones; la gente fallecía y no lo reportaban los bancos, se hacían los locos. Hubo una intervención muy fuerte por el IVSS y logramos recuperar el dinero. Queda además la automatización de la solvencia laboral, la normalización de más de 600 contratos colectivos que se aprobaron y queda algo que para mí es muy importante: ayudamos a la unión sindical en el sector petrolero.

– ¿Por qué esa experiencia no se ha aplicado a Mercal: hacen marchas en Caracas, reclaman convención colectiva, no tienen seguros y sólo cotizan el salario?
– En el caso de Mercal nos tocó la sindicalización y es un tema que está pendiente. En el caso de la administración pública, los contratos colectivos están muy ligados de la disponibilidad financiera. Mercal no es que tenga muy baja rentabilidad, es que su rentabilidad es cero… más bien es negativa: hay precio subsidio (porque) hay un esfuerzo del Ejecutivo de la renta petrolera para que Mercal siga dando alimentos a la población. Por las informaciones que tenemos, este año debe resolverse…

– ¿Antes o después de las elecciones…?
– La discusión del contrato colectivo tarda mínimo seis meses. Yo creo que este año debe resolverse, porque si algo tiene ese movimiento de Mercal es que sus trabajadores apoyan el proceso revolucionario; son incondicionales.

– ¿Los ideales de los trabajadores son compatibles con una realidad financiera, política y social del país?
– Al final de cuentas hay procesos para mejorar las condiciones de vida que no dependen únicamente de las convenciones colectivas. Es un proceso de discusión entre las partes por supuesto hay todas las condiciones de la voluntad de salir adelante con eso.

– Además de lo laboral ¿qué propuestas hay en el sector educativo y de salud?
– Está pendiente lo que es la armonización del Sistema Público Nacional de Salud. Hubo un proceso de centralización de la salud que se ha ido revistiendo para mejorar las condiciones de prestación de servicio y eso tiene que ser normado; la normativa está pendiente. Hace poco se transfirieron 3 mil trabajadores que dejó Andrés Velásquez… los trabajadores del ISP que quedaron en un limbo jurídico.

El otro tema que está pendiente es sobre la educación: nos toca hacer énfasis en los contenidos, avanzar hacia la adecuación general de los textos educativos para que expresen la historia contemporánea en términos más reales y acuciosos. Por nombrar algo: me acuerdo que cuando estudié la Guerra Federal en bachillerato, no se hizo mucho énfasis…

– ¿Eso es con fines pedagógicos o ideológicos?
– Con fines pedagógicos. Lo que queremos es que nuestros muchachos tengan mayor conocimiento y mayor comprensión de la realidad. Todo el esfuerzo que se hace con los infocentros para que los muchachos puedan acceder a computadoras e Internet… tener acceso a cualquier análisis, cualquier visión y tengan la capacidad de formarse su propia convicción. No por la vía de ocultar solamente, restringir o soslayar o dar contenidos muy superficialmente.

– ¿Usted cree que el día de mañana Venezuela se despierte y diga como Fidel Castro este sistema no funciona?
– Fidel Castro no dijo eso, ya eso lo corrigió (Fidel). Venezuela despertó el 27 de febrero de 1989. Eso marcó el inicio de la revolución venezolana por la medida del Fondo Monetario Internacional y que está aplicando Europa y que están haciendo huelga eso traerá consecuencias porque estos procesos de crispación llegan al poder.

– ¿Cómo se proyecta usted en diciembre de 2015 entregando su puesto como parlamentario?
– Yo creo que el reglamento de Interior y Debate (de la AN) hay que reformularlo. El diputado debería estar tres días en Caracas y si estamos en comisiones, cuatro. Hay que transformar la AN para que los diputados puedan articular más eficientemente con el pueblo y sea el pueblo legislador.

Perfil

Fecha de nacimiento: “16-11-1962”.

Religión: “No tengo”.

Estado civil: “Casado”.

Película favorita: “La odisea del espacio o 2001, de Stanley Kubrick”.

Un libro: “La tregua, de Mario Benedetti”.

Una fortaleza: “Trabajo en equipo”.

Como de costumbre, el entrevistado debió responder con el primer pensamiento ante una palabra o frase:

Proceso: “Revolución”.

Lealtad: “Compañía”.

Sidor: “Esfuerzo”.

Trotsky: “Revolucionario”.

Campaña electoral: “Forma parte de la cotidianidad democrática del país”.

Chávez: “Revolucionario”.

Fuente: Correo del Caroní, 13/009/2010