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18.Oct.2012 / 10:13 pm / Haga un comentario

De lejos, esta figura ya no será lo que alguna vez fue. Tantas traiciones a sus orígenes y a la memoria de Maneiro lo han convertido en el personaje político más derrotado en toda la historia contemporánea del país. La última vez que ganó un proceso electoral fue hace más de 20 años. Hoy en día es diputado porque el sistema electoral venezolano, establece una representación proporcional, lo que le dejó con un premio de consolación y el retorno al parlamento de la Causa R, después de dos lustros de profundo rechazo popular.
No pocos correligionarios que estuvieron al lado de Velázquez cuando fue candidato a la presidencia señalan y denuncian que este los traicionó, que vendió o se acobardó (o una descompuesta combinación de ambas acciones) al reconocer el triunfo fraudulento de Rafael Caldera. Hasta Pablo Medina que ahora deambula por los mismos predios neoliberales en los que a tan a gusto se apoltrona Velázquez, ha denunciado en forma verbal y editorial los detalles de cómo se traicionó a millones y millones de venezolanos y venezolanas.
Luego vinieron nuevas traiciones y otras tantas candidaturas con sus correspondientes derrotas, por parte de este personaje que ahora nuevamente pretende ser Gobernador, a pesar de que nadie recuerda algo hecho, por muy pequeño que fuera de sus ocho años en este cargo.
La última derrota la recibió el domingo 7 de octubre. Puesto que fungía como jefe de la campaña de Capriles Radonsky y fue derrotado de manera clara y contundente. No podía ser de otra manera, sobre todo porque Velázquez traicionó a Capriles, en el mismo instante en que inscribió su propia candidatura antes del evento electoral nacional. Fue el único candidato de la derecha que concretó su postulación antes del desenlace presidencial. Para Velázquez, Capriles fue un medio que le permitió recolocarse para satisfacer sus personalísimas y mezquinas intenciones. La cualidad traicionera de este personaje es a prueba de anticuerpos o antitoxinas. No tiene reparo ni remedio.
Luego se podrá comentar otras traiciones. Por lo pronto es necesario señalar que todo traidor es fraudulento y en este caso el Programa de Gobierno que presentó Velázquez es un fraude, un documento escrito sólo para cumplir con un requisito.
El primer elemento fraudulento es que se desvincula de las propuestas de Capriles y de la MUD: como si nunca hubiese formado parte de esa comparsa neoliberal, profundamente procapitalista y antisocialista. No hay en ese documento que remeda una a una propuesta programática, ninguna mención a los postulados programático de la MUD.
Era previsible esta acción acomodaticia, que luce como una incoherencia pero en realidad va más allá: no mencionar al vapuleado programa de la MUD y de Capriles, demuestra las intenciones de alejarse del derrotado, de no vincularse con el vapuleado. Como siempre lo hace, Velázquez dejó en la estacada a quien usó y que ahora percibe como un lastre del cual hay que deshacerse muy rápidamente.
En otras entregas se continuará refiriendo las traiciones de Velazquez y los desafueros de su propuesta programática, en un ejercicio de memoria y de conjura de semejante adefesio escrito.
@joseramonrivero

 

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