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4.Abr.2014 / 09:32 pm / Haga un comentario

José Ramón Rivero (@joseramonrivero)

Aun cuando la guarimba o la acción impulsada y conocida como “La Salida” no mencionan el problema de la legitimidad, el centro de la discusión es esa. Es sospechoso que no lo hagan, aunque puede comprenderse por la faltad de profundidad entre quienes han asumido la violencia como una vía para presionar y finalmente derrocar a Maduro;  también puede asumirse que el debate sobre la legitimidad de Maduro como presidente, es un trayecto escabroso que no soportaría el menor debate.

La legitimidad tiene varios aspectos que es necesario considerar;  en una democracia, el voto mayoritario sea de primer, segundo o tercer grado, es el origen legítimo de un gobierno. En el caso de Venezuela, el gobierno y el proceso revolucionario vivió en 14 meses tres procesos electorales, en los cuales la opción revolucionaria que apoya y soporta a Maduro como presidente, dota al Ejecutivo Nacional de una legitimidad que en lo racional y en los hechos  posteriores reconoce y asume  al presidente actual  como primer mandatario. En concreto cuando Capriles fue a Miraflores convocado por Nicolás, implicó un reconocimiento tácito de quien es el presidente y quien no lo es.

Nicolás se comprometió con un programa el cual está desarrollando, asumió compromisos para desplegar un gobierno de calle y lo está cumpliendo. De igual manera se comprometió a luchar en contra de la guerra económica y así lo está haciendo,  esto es de gran importancia. En los últimos 30 años los candidatos burgueses, tanto socialdemócratas como democristianos, han hecho promesas de resolver los problemas sociales en sus países y luego, al obtener el triunfo, lo que hacen es aplicar una receta neoliberal de la cual nunca hablaron en sus campañas; lo vivimos en Venezuela con el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, cuyo gobierno quedó deslegitimado en menos de treinta días producto de estafa electoral, por prometer una cosa y hacer algo totalmente distinto y contra la población.

En este sentido también el Presidente Maduro tiene ganada su legitimidad, porque no ha cometido fraude programático, está cumpliendo lo que prometió al proponer el Plan de La Patria e implementarlo.

La legitimidad también se mantiene y se gana en la forma de responder a la violencia golpista y anticonstitucional,  si un gobierno para mantenerse en el poder tiene que recurrir a la violencia indiscriminada contra la mayoría del pueblo, entonces pierde legitimidad. La manera inteligente como se está manejando esta crisis, coloca no sólo al gobierno sino al Estado en su totalidad, en el sitial del respeto a los derechos humanos, en el apego al debido proceso, mientras combaten la impunidad y garantizan JUSTICIA; con mayúsculas porque sin ella la legitimidad la pierde no sólo el ejecutivo sino también el resto de los poderes nacionales, sobre todo sí la impunidad es la que prevalece.

El análisis de legitimidad del Gobierno Nacional también aplica al resto de los mandatarios, tanto regionales como municipales. No dudamos de las legitimidades de origen de la que están investidos los gobernantes o parlamentarios que militan en las filas de la oposición, otra cosa es su desempeño o sus compromisos electorales. En ninguna de las campañas de los candidatos  opositores plantearon que iban a impulsar o alcahuetear la violencia, nunca dijeron Voten por mí para tumbar a Maduro. Incluso algunos vinieron más acá para ganarse a los “Ni- Ni” pro chavistas, planteando que no tenían ningún problema de gobernar con los revolucionarios; pero luego al llegar al poder, lo que han hecho es apoyar la violencia desde distintas formas y en el mejor de los casos simulan demencia.

Ellos si han perdido legitimidad y eso se aprecia en el rechazo del cual son objeto cada vez más creciente, por sus posiciones ambiguas en algunos casos y pro violencia en otros. También los deslegitima negarse al diálogo. Esto ya les ha salido caro, López detenido, dos alcaldes presos y destituidos, una diputada auto excluida, parte de su vanguardia violenta privada o procesada penalmente. A parte de que cargarán en ellos nuestro señalamiento de responsabilidad sobre los asesinados y lesionados, normalmente se dice que cargarán sobre su conciencia, pero como no tienen, cargarán con nuestro recordatorio.

Mientras ellos siguen deshojando la margarita el gobierno sigue trabajando, desplegado por todo el país en Gobierno de Calle, combatiendo los distintos tipos de violencia y fortaleciendo el tejido social chavista.

03/04/2014

 

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