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8.Ene.2015 / 12:34 pm / Haga un comentario

Ramón Rivero – @joseramonrivero

 

Durante 15 años hemos resistido distintos embates de la crisis económica mundial y los saboteos de la ultraderecha, específicamente en el paro sabotaje y las locuras temporales de las guarimbas o los boicots. Este 2015 la caída de los precios del crudo por la utilización  del petróleo de esquisto, por fuera de cualquier racionalidad dado los costos operativos y los pasivos ambientales de la extracción de este hidrocarburo, la situación dentro del país no pasará ilesa.

Además la coyuntura del país se ve afectada por la guerra económica de sectores que sólo ven a Venezuela como un gran botín; esta predisposición a sabotear la comercialización, distribución y producción ha logrado dislocar algunas ramas que dificultan el acceso a algunos rubros de primera necesidad.

Esto implica un duro reto para la conducción revolucionaria y no hay duda que vamos a salir airosos así como lo hemos hecho en otras oportunidades. Por muy bajo que llegue el precio del petróleo Venezuela sigue siendo un país con oportunidades y con el valor agregado de un pueblo aguerrido, laborioso y libertario.

La situación generada durante los tres meses del paro sabotaje fueron una prueba más dura que la que se presentará en el 2015, sobre todo porque dejaron a la producción petrolera en el suelo, así como un profundo y extenso boicot económico. Y luego, al final de ese episodio salimos triunfantes y robustecidos.

La historia de la humanidad es la historia de sus contradicciones. La derecha y el imperialismo han hecho tanto por derrocar la revolución que han terminado por ser un factor importante en el robustecimiento de la misma, así como los microbios que activan los anticuerpos que nos inmunizan.

Los retos siempre son apasionantes, este que tenemos por delante es impresionante y el Presidente Nicolás lo ha asumido con entereza y valentía, planteando correctamente que esta crisis debe permitirnos articular la base productiva y distributiva del país, dar el salto que nos permita fortalecer una economía alterna a la petrolera.

Las oportunidades siempre han estado ahí, pero la dinámica de dependencia al petróleo siempre ha prevalecido. Se reabre una nueva ventana para la diversificación; el gobierno ha sido claro en invitar a cualquier sector productivo al diálogo y el trabajo constructivo. Al margen de esto, hay toda una estructura productiva que está bajo la conducción del estado que va a aumentar su producción y su eficiencia, al mismo tiempo que se mantiene la construcción socialista.

Esto definitivamente es un enorme desafío: reconstruir económicamente un país sin recurrir a fórmulas neoliberales o fondomonetaristas, de igual manera, continuar disminuyendo la pobreza, aumentando el empleo y salir airosos en el intento.

Este derrotero no está exento de riesgos y acechanzas. Por ello no podemos descuidar las acciones de la oposición, que ahora dividida es más peligrosa que junta, puesto que los sectores más enloquecidos de la misma se sienten más a sus anchas para desempolvar guayas y magnicidios. Es nuestro deber reforzar la guardia y el trabajo fecundo, sin rendirnos ni dejarnos afectar por las adversidades inherentes a toda travesía que realmente valga la pena y esa sin duda es muy grande y prometedora.

 

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