Entrevistas

Diputado durante el 2006 y ministro del Trabajo entre enero de 2007 y abril de 2008, José Ramón Rivero ha estado presente entre los colaboradores más cercanos de Hugo Chávez, destacándose por garantizarle a éste la lealtad propia de un soldado.

Es por ello que desde su cargo actual como representante del Comando de la Dirección Estratégica Electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), su incondicionalidad (en toda la extensión de esa palabra, incluyendo el no cuestionamiento del líder) está puesta nuevamente a prueba, esta vez con la responsabilidad de lograr el anhelo acariciado por el Gobierno: lograr que la mayoría oficialista controle la Asamblea Nacional.

Pese a todo ello, cada pregunta que recibe es escuchada y atendida con cordialidad, eso sí, pensando muy bien cada respuesta y, sobre todo, no contradiciendo la lógica socialista a la que, desde su trotskismo, asegura seguir.

– ¿Cómo evalúa la gestión de la Asamblea Nacional actual?

– Ha habido un importante juego de leyes que ha favorecido el proceso. Lo más importante es lo que tiene que ver con los consejos comunales, una herramienta extraordinaria. Otra fue la ley que retrotrajo los convenios operativos de la antigua Pdvsa, como una manera de recuperar soberanía; la lucha contra la especulación e ir aportando al mercado cambiario. Todos esos son elementos que se han discutido en esa asamblea y se han aprobado.

Otra cosa importantísima fue la Ley para el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, porque no sólo es un código de comportamiento, sino que se ha montado una estructura tribunalicia para su acompañamiento. Queda pendiente la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo y completar los subsistemas de la seguridad social, específicamente el sistema de pensiones.

– ¿Hay algo que sea reprobable de este período?

– De reprobable (silencio) no, yo no me atrevería a señalar nada, sobre todo porque yo duré un año en la Asamblea y después me dediqué a otros trabajos. Lo que sí queda tal vez pendiente es ir a una Asamblea que esté más en los estados, y eso implica reformar la dinámica con la que los diputados estén más en las localidades que ejerciendo funciones en Caracas. Eso no lo veo como algo negativo, sino como algo pendiente.

– ¿Eso indica que no hay obstáculos para defender la opción oficialista ante la gente para esta campaña?

– No, no. La gente sabe (que) la actividad de la Asamblea tradicionalmente no es de mucha vinculación, sino que es un trabajo de estar metido en la elaboración de leyes, seguimiento de casos y en la parte contralora. Eso, explicado bien, le hace más fácil al pueblo entender que es necesario contar con una mayoría calificada y con revolucionarios y revolucionarias que defiendan eso en lo que hemos avanzado.

– ¿Mayoría calificada es mayoría chavista?

– Mayoría calificada, mayoría chavista. En los ensayos que hemos estado haciendo en cuanto a mensajes, eso ha sido perfectamente comprendido y asimilado. Hay toda una dinámica popular que se está llevando a cabo y que mucha gente no la ve, porque es muy del barrio, y ese mensaje por esos escenarios pasa sin ningún tipo de problemas: el liderazgo real, el liderazgo de base.

La gravedad del asunto

– ¿Cuál sería el escenario si en la Asamblea Nacional se lograra un equilibrio? ¿Se desbarataría el proyecto revolucionario?

– Sería muy grave que las elecciones para la Asamblea Nacional terminen en un empate técnico o a favor de la oposición. Muy grave porque sería una señal de debilidad electoral, y por eso se ha hecho énfasis en estructurar una maquinaria roja, como la de (los comicios presidenciales de) 2006. Eso nos garantiza a nosotros que no va a haber equilibrio, equilibrio entre comillas, porque no sería tal, sino una diatriba permanente como la Asamblea pasada, donde había un sabotaje permanente.

– ¿Pero sería grave lograr la pluralidad en el hemiciclo?

– Pero es que el hemiciclo es plural. Nosotros venimos de distintas escuelas y distintas corrientes. Yo soy de formación trotskista, y los candidatos de aquí no tienen esa formación; algunos vienen del maoísmo, otro de la izquierda del MIR o de la Liga Socialista. De pluralidad podemos hablar nosotros, porque tenemos muchísima pluralidad.

– Sí, pero cuando se habla de pluralismo en este caso se hace referencia a oficialistas y no oficialistas.

– Nosotros vamos por conquistar la mayoría calificada. En las elecciones de 2005 la oposición no metió diputados porque no quiso. En esta oportunidad van a meter diputados, porque el método así lo garantiza (…) nuestra pelea no es por el 100 por ciento, sino por las dos terceras partes y nosotros no tenemos ningún problema con eso.

Todo legal

– ¿Fue un acto plural la destitución de José Albornoz por discrepar de la línea política que venía siguiendo la Asamblea?

– Él debió haber renunciado, porque llegó a ser vicepresidente por pertenecer al tejido chavista. Si no hubiese sido parte de ese tejido chavista, o hubiese saltado la talanquera antes, no hubiese sido vicepresidente porque no tenía los votos para hacerlo. Por eso se dio la destitución, que no implica ilegalidad.

– ¿Qué significa para usted el hecho de que la oposición presente, cinco meses antes, una plataforma para las elecciones parlamentarias?

– Bueno, yo no veo una única oposición. Veo varias planchas que expresan descontentos en cuanto al método de escogencia y que expresan una traición, como el sector que se siente traicionado por Andrés Velásquez. A mí no me sorprende eso, y no pueden decir después que nosotros le metimos a Andrés Velásquez: él va a traicionar a todo el mundo, porque eso como una práctica inveterada de él (…) en ese particular vemos positivo lo que se ha planteado, vamos a medirnos y los vamos a derrotar, porque aquí en Bolívar no hemos perdido una elección popular desde 1999.

Hernández en la mira

José Ramón Rivero se encuentra difundiendo un documento emitido por el Tribunal Supremo de Justicia, destinado al Colegio de Abogados del estado Bolívar y al Ministerio Público, en el que se señala a César Alfredo Hernández (compañero de fórmula de Andrés Velásquez) por prevaricación o, en otras palabra, fraude procesal.

“Estamos solicitando la inhabilitación, y el Colegio de Abogados decidirá. Lo haremos con más tiempo, pero en el documento se señala que es evidente el dilema ético del abogado. Debería renunciar a su postulación mientras se dirime ese caso”

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación.

Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos.