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5.Jun.2011 / 10:47 am / Haga un comentario

Si algo hemos demostrado en los últimos 12 años es que queremos llevar nuestro proceso en paz. Utilizando hasta el extremo los mecanismos de diálogo, concertación y mediación y avanzar en las turbulencias de nuestras perspectivas disimiles. Recurriendo permanentemente a las consultas, bien en debates o por la vía del sufragio, como nunca en ningún país del mundo. De igual forma se ha batido records en las dinámicas de nuestras relaciones con países amigos y no tan amigos, de clara franqueza y apostando prioritariamente a la buena fe, tanto la propia como la ajena.
Sin embargo, desde que en Venezuela la mayoría de los venezolanos y venezolanas decidió seguir políticas independientes de metrópolis y más específicamente de los EEUU, hemos sido acusados de todo y al final de nada, porque la verdad termina imponiéndose sobre toneladas de maliciosas tintas o de terabytes de digitalizadas calumnias.
Ahora se nos sanciona políticamente sin ver los terribles procesos que hunden regiones del mundo en el belicismo y la confrontación interminable, todo porque comercializamos con Irán unos cuantos miles de litros de gasolina, que apenas son una brizna en la cartera de envíos que hacemos al exterior. Irán no ha invadido ningún país, no ha decretado zonas de exclusión ni agrede por la vía de bombas brutas o las eufemísticamente llamadas inteligentes (no puede haber inteligencia en bombardeos que lastiman o matan inocentes), no ha dado o apoyado golpes de Estado, ni le ha quitado territorio a sus vecinos. Mientras, EEUU sobre la base de su maquinaria de guerra ha hecho un daño terrible a la humanidad, Irán no ha hecho más que defenderse en lo político porque no hay espacio para más frente al desarrollo militar del imperialismo.
Para los gringos y sus agentes o para sus simpatizantes de gratis, es normal que EEUU haga lo que le de la gana o que se convierta en el Sheriff o Marshall o Ranger del mundo sin que se lo hayan pedido.
Mientras nosotros queremos avanzar en paz, desde gringolandia nos atacan, y mantienen una agenda mundial fundamentalmente belicista, únicamente limitada por el balance de intereses que queden en los territorios invadidos u ocupados, más concretamente asumen gastos bélicos si hay petróleo de por medio. Los beneficios por supuesto no son para el pueblo norteamericano que sigue en medio de una economía ralentizada, con altas tasas de desempleo y de pobreza.
La demostración más contundente de nuestra vocación de transitar en paz a lo interno y por los derroteros del mundo lo demuestra la iniciativa de reconciliación en Honduras. En un trabajo conjunto con Colombia, con un equipo de gobierno que aunque es de derecha, asumió en su pragmatismo, la importancia de restablecer puentes para la sana y constructiva convivencia binacional.
La otra demostración la palpamos en materia de salud en el Estado Bolívar y en el país. Con la refacción del Hospital Ruiz y Páez en Ciudad Bolívar y la del Vera Custodio en Santa Elena de Uairen. La salud es una condición básica de vivir en paz, tanto física como emocionalmente. Y está política que desarrolla Rangel Gómez en términos estadales y Chávez Frías en el ámbito nacional, son no son coyunturales, ya van para 10 años de un esfuerzo permanente, constante y entusiasta para reparar y establecer condiciones de tranquilidad. Mientras se EEUU apuesta a la muerte nosotros apostamos a la sanación y la vida.
En esto también nos diferenciamos, porque en lo interno de los EEUU no dejan de aumentar el gasto militar al tiempo que disminuyen insidiosamente los gastos en salud. Sin mencionar que en los países invadidos lo primero que se desbarata es el sistema de salud, al tener que hacer frente a decenas de heridos para los que no hay planificación presupuestaria posible.
Esta acción de EEUU es el cinismo hecho política para relacionarse con el mundo: hacer la guerra o agredir naciones con la palabra paz en los labios, salivando cual perro de Paulov ante yacimientos petroleros.
Diputado José Ramón Rivero

 

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