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26.Mar.2013 / 12:55 pm / Haga un comentario

Hace 19 años, nuestro comandante Hugo Chávez salía de la prisión de Yare, a la cual fue confinado en represalia por dirigir la rebelión militar del 4 de febrero de 1992 en contra del gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, signado por la aplicación de políticas económicas dictadas por Fondo Monetario Internacional y la represión al pueblo.

Contexto histórico

Después del revés militar del movimiento subversivo del 4 de febrero de 1992, Chávez es apresado y conducido al Cuartel San Carlos, instalación militar que durante muchos años había funcionado como prisión. De allí pronto lo trasladan para la cárcel de Yare, ya que la afluencia de personas que querían visitarlo y tener contacto directo con él en la prisión de Caracas era cada vez más numerosa; el gobierno decide impedirlo y entonces lo envía a la cárcel de Yare.

Sin embargo, a Yare, distante unos 30 kilómetros de Caracas, irían cientos y cientos de venezolanos a llevarle al Comandante solidaridad; y muchos a trabajar junto a él en un proyecto para establecer en Venezuela un gobierno revolucionario en lo social, económico y político.

En la cárcel, Chávez suscribe un manifiesto titulado CÓMO SALIR DEL LABERINTO, en el cual plantea soluciones a la inmensa crisis que golpea contundentemente a toda la población venezolana, principalmente a la clase media baja y pobre del país.

Basado en la profunda descomposición del aparato gubernamental en lo moral, se sucede la segunda rebelión militar el 27 de noviembre del mismo año 1.992, fecha en la cual se transmite por televisión un mensaje sedicioso grabado por Chávez en la prisión. La nueva asonada militar es ahora encabezada por oficiales generales y almirantes e involucra a los cuatros componentes de las Fuerzas Armadas de Venezuela, Ejército, Marina, Aviación y Guardia Nacional.

Estando Chávez aún preso, los líderes del puntofijismo acuerdan que deben hacer algunos movimientos políticos para tratar de salvar su moribundo sistema de gobierno puntofijista y acuerdan que es necesario sacrificar al entonces presidente Pérez. El Fiscal General de la República es el primero en poner en práctica la estrategia a seguir y envía al Congreso Nacional algunos documentos en donde consta la disposición indebida por parte del Presidente de dinero de la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores de Venezuela, se argumenta que esto fue para ayudar a la señora Violeta Chamorro, candidata presidencial contrarrevolucionaria en la República de Nicaragua. El Congreso Nacional consideró aquellos documentos muy comprometedores y solicita a la Corte Suprema de Justicia su dictamen, la Corte responde que sí hay suficiente pruebas para someter a juicio al Presidente y el Congreso procede a sustituirlo.

Durante esta crisis pasan dos presidentes interinos, representantes también del nefasto y corrupto partido de Acción Democrática (AD).

Rafael Caldera se monta en la ola revolucionaria planteada por Chávez (de manera oportunista según algunos historiadores) al justificar en el Congreso Nacional a los militares subversivos, y habla sobre el hambre que padece el pueblo al que no se le podía pedir no acogiera con entusiasmo las proposiciones que hizo Chávez en su rebelión. Y es así como revive su candidatura a ocupar la Presidencia de la República.

Caldera promete una y más veces no acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial (BM), u otros bancos extranjeros para no seguir aumentando la deuda externa del país y jura y perjura (evidentemente en falso) que conduciría su gobierno con un accionar diferente al puntofijista; es de esta manera como recibe algún apoyo del pueblo en diciembre de 1993 y declarado electo para el periodo presidencial 1994-1999. El 26 de marzo de 1994 este mandatario firma un sobreseimiento y deja en libertad a todos aquellos que se habían alzado el 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992 a cambio de sus bajas de las Fuerzas Armadas.

A la calle la esperanza

Quien se convertiría en presidente constitucional del país apenas cuatro años después, salió en libertad vistiendo un tradicional liki-liki beige y fue recibido por cientos de simpatizantes quienes le ofrecieron banderas, pancartas, cantos y flores. La conexión entre Chávez y el pueblo se había iniciado dos años antes, después de un “Por Ahora”.

A su salida, se dirigió, como es costumbre, a la multitud y a los periodistas que le esperaban.

“Buenas tardes a todo el pueblo venezolano, buenas tardes a todo el pueblo latinoamericano, a todos los compatriotas que me han dado esta bienvenida”, dijo.

Minutos después, el líder del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) dictó lo que sería la línea de acción política que le llevaría al Palacio de Miraflores en las elecciones de 1998.

“El mensaje del MBR va a la calle, a la carga, a tomar el poder político en Venezuela. Va a demostrarle a los politiqueros venezolanos que esta generación militar que tomó el camino del sacrificio va al rescate de su verdadero destino”.

“Vamos a hacer un gran frente nacional. Pedimos al pueblo que nos acompañe en la búsqueda de la transformación estructural. Por los momentos voy en movimiento hacia el contacto con el pueblo”.

Y así lo hizo. Chávez comenzó un recorrido por todos los rincones de la Patria, llevando su propuesta política del “árbol de las tres raíces” (Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez), basada en la soberanía nacional, la justicia social, la unidad de América Latina, Fuerza Armada popular, máxima felicidad del pueblo, democracia participativa y protagónica.

De Yare a la victoria

“Después del por ahora hay el para siempre (…) El para siempre es la continuación de nuestra lucha para tramontar este siglo (…) Yo no tengo la menor duda de que la segunda generación bicentenaria de venezolanos, que somos la mayoría, vamos a tomar el poder político en Venezuela”, expresó Chávez, en ese entonces.

Era una propuesta y un discurso radicalmente opuesto al que imperó durante los 40 años de democracia puntofijista; y el pueblo lo acogió como propio.

Cuatro años después de llevar su mensaje político por Venezuela, Hugo Chávez se lanzó como candidato a la Presidencia de la República. Ganó con un aplastante 56,2% de los votos.

Una nueva Constitución (1999) – la primera aprobada por consulta popular en la historia del país – y la ejecución del Plan Nacional Simón Bolívar, que resume los lineamientos planteados desde el árbol de las tres raíces, consolidaron la conexión de Hugo Chávez con el pueblo, quien vio cumplidas sus esperanzas de cambio.

Continuaba así una epopeya libertaria que conquistaría la historia haciéndose y haciéndonos protagonistas de ella, avanzando y haciendo estremecer los cimientos de la opresión y los imperios, conquistando el horizonte socialista y haciéndose millones hasta derrotar la muerte, convirtiéndose en una llama eterna y subversiva que nos sigue guiando al camino de la victoria.

Fuentes:

Rangel José Vicente, De Yare a Miraflores: el mismo subversivo, ediciones de la presidencia de l República, Caracas 2012.

Varias.

 

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